Lola Mariné y la bella gata

 

Desde los comienzos de mi existencia, mi vida se ha visto marcada por una temprana e indiscutible belleza congénita, evidente incluso en estos días. Los hombres – y mujeres invertidas de medio mundo– se han visto atraídos por mis encantos y la verdad que yo no he podido por menos que alabarles el gusto.

Jamás sentí la necesidad de pedir disculpas por mi belleza. Ni siquiera ahora. ¡A santo de qué he de justificar (¿el qué?) sacando de su ensimismamiento a quien me mira el pecho, diciéndole…!

Perdona, yo leo”, qué horror.

Claro que como aficionada a la lectura siempre he pensado que los escritores no están por encima de los prejuicios. Y mira tú por donde que hoy – gracias a Ant - he encontrado  este blog titulado, “gatos por los tejados”, donde en su entrada titulada: “Marilyn y la literatura”, Lola Mariné hace burla de la bella actriz que posa con sus libros de leer.

Lola Mariné, quien regenta ese blog de adictos a las letras, es escritora. No en el sentido de “tengo un blog y escribo luego soy escritora”. No. En el sentido me han publicado un libro, parece ser que la gente lo ha comprado y me han propuesto otro, otro y otro y es posible que pueda vivir de ello.

Bien. Pues como pensaba, alguien que escribe y conoce de primera mano las fealdades que produce leer, le cuesta creer que alguien terriblemente armónico como yo o como Marilyn pueda leer a Joyce, o Whitman.

Esto me parece sumamente injusto. Leer es como el chocolate. Hay quien lee un libro y se vuelve todo nariz y frente, pero del mismo que hay quien come chocolate y no engorda, hay quien lee y no se afea.

En defensa de la señorita Monroe y el resto de mujeres bellas como yo misma, señalaré que también escribir afea, ¡y mucho! Sólo por juntar letras – con más o menos acierto - no se tiene derecho a hacer fuego en la belleza ajena. Aparte que ese final, perdona si te digo querida, Lola, es de lo más pretencioso y papel barato haciéndose pasar por oro, que he leído en lo que va de día.

 

Carmita que os quiere y os lee

4 comentarios:

  1. Me maravillo ante este blog y ante su holgada concepción de sí misma, señora mía. Seguiremos el camino de baldosas amarillas para ver qué nos cuenta, ya sea acerca de su (quizás no tan ajada) belleza, sobre despellejes blogueros, sobre tirones de orejas o sobre corte y confección de letras.
    Besos de encarnada admiración ante sus regios ademanes. Me retiro a seguir con mis rotuladores de un obsceno fluorescente.
    Suyo, (el cadáver de) Moebius.

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  2. Realmente señora mía, tiene usted su parte de razón, que Marilyn lea a Joyce o a Whitman es tan increíble como si en España Lina Morgan leyera a Unamuno o a Pérez Reverte incluso. Cualquiera puede ponerse un libro para hacerse la foto, como cualquiera puede ponerse un collar de perlas al cuello como el suyo para parecer una señora, jaajaj

    Y es que no se puede tener todo, por ejemplo usted que es bella y leída tiene poco vocabulario, pues por ejemplo no pueden ser "pretencioso" tanto Lola como Thiago, según sus propias palabras. Algo falla, pues Lola no es Marilyn, sin embargo Thiago si pudiera ser Lina Morgan reencarnada... Asi que es para mi un honor que sus dardos envenenados me hayan emparejado con Doña Lola, una gran escritora. Cuando usted haya escrito algo parecido a un libro volvemos a hablar.

    Mientras tanto reciba usted todas mis consideraciones.... suya afectísima, "La abuela de Thiago"

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  3. Distinguida señora,
    he tenido noticias de que en este blog, que desconocía hasta la fecha, una venerable anciana llamada Carmita a la que no tenia ¿el placer? de conocer me había puesto como "chupa de dómine", ofendida al parecer, ante mi post de hoy al sentirse aludida; ya que la señora Carmita considera su propia belleza comparable a la de Marilyn Monroe, cosa que no pondré en duda, pero sí su inteligencia (la de doña Carmita, of course), ya que no ha sabido interpretar mi comentario, que en ningún momento menosprecia el intelecto de la actriz, sino que plantea sus reservas en cuanto a la veracidad de las fotografías que pretenden vendernos una imagen intelectual de la estrella, de forma poco creíble.

    Discrepo asimismo con usted, mi querida señora, en cuanto a que leer (o escribir) afeen a quien tiene semejantes hábitos; y valga como ejemplo mi propia persona (si me perdona la inmodestia, sólo comparable a la suya).

    A partir de ahora, señora, seguiré sus pasos, por lo que pueda ser.

    Y sin otro particular, le dejo un respetuoso saludo.

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  4. Pues yo sí pongo en duda que la señora Carmita sea igual de bella que Marilyn Monroe. ¿Por qué debo mentir? El ser una anciana no le da derecho de hacerlo a ella, diciendo que ella es igual de bella que la Monroe.

    Copio esto que usted escribió:

    "Esto me parece sumamente injusto. Leer es como el chocolate. Hay quien lee un libro y se vuelve todo nariz y frente, pero del mismo que hay quien come chocolate y no engorda, hay quien lee y no se afea. "

    No tiene ni pies ni cabeza.

    Saludos,
    Blanca

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