Thiago, el mueble y los bichos


Con lo del día de la madre he tenido mas bien poco tiempo para leer estas cosas modernas de gentes con perras, que conforman la llamada blogosfera…, pero bueno, tampoco es mi intención escribir a lo largo.

Me ha llamado la atención esta entrada o mas bien salida de Thiago:no te acuestes con un bloguero”.

El título es tan pretencioso como el mueble al que se ve encaramado ese hombre moderno sin un solo pelo en el cuerpo. ¿O acaso es un espejo? Sí, debe ser un espejo porque avanzado el diálogo lo nombra.

“- Si, hombre, claro, ahora mismo voy a colgar un espejo de dos toneladas en otro sitio de la pared”.


Aún así creo que se ha equivocado y a lo que está encaramado esa sobra de hombre de los que hay ahora, es a un mueble, tal vez victoriano. Un mueble y no un espejo explicaría que el chico ese pueda meter un brazo y sus menudencias tras él.

Lo del espejo se lo sugiere el supuesto bloguero, para no perderse detalle de la fornicación ya que en breve la ha de contar, pues para eso vive.

Nos encontramos aquí ante una reflexión acerca de lo que se hace por el placer de poder contarlo después, que como afirman muchos filósofos es cuando realmente se viven las cosas. No en el momento, con las mil impresiones, prisas y relojes.

Por supuesto ese pensamiento Thiago lo lleva al esperpento y no me extrañaría que en unos años, allá donde tienen sentado a don Ramón María del Valle-Inclán, lo sienten también a él para toda la eternidad, bajo el sol y la lluvia por no tomarse la vida un poco mas en serio; que la filosofía no es algo que se pueda tomar a risa con reflejos plateados, confundiendo muebles con espejos.

Y hablando de Thiago he recordado que Gloria, la chica del hielo en la boca, está vendiendo unos bichos. Mantis religiosas, creo; como las beatas de mi barrio. También Cristina habla en su última entrada de bichos. Al parecer uno con forma de pene que le ha saltado encima mientras iba caminando por el parque.

Recuerdo haber visto una película donde una monja se plantea el por qué el cura ha elegido tratar el tema de la duda en su sermón; y lo que quiero yo decir es que uno no escoge los temas por casualidad, pero es ya demasiado tarde para seguir.

Carmita que os quiere, aunque os lea.

2 comentarios:

  1. jaja Doña Carmita, cuanto honor, ser el primer destinatario de sus dardos... Y que moderna me "es" usted que no se asusta de mis post y se marcha salvando los muebles, jajaja....

    Ya recuerdo que su marido partió pa otra existencia, tal vez más feliz, con toda su pelambrera intacta, que mira que le habían crecido los pelos de la nariz y de los oídos, aparte claro, que siempre me fue muy hombre él, para la cosa esa de los pelos, y decía siempre con aquella gracia tan española que le caracterizaba: "Hombre que se depila, ni pelo ni pilila".

    Y es que su difunto era muy suyo para sus pelos, ni uno del culo se le cayó ni con aquella "almorragia" que, finalmente lo habría de llevar a la tumba, muerto sí, pero tan peludo como el primer día.

    Si alguna vez a Valle-Inclán yo me pareciera, aquella barba de chivo me dejara, y cuando me pregunten a qué es debido ese cambio de aspecto, yo diré a todo el que quiera oirme (o incluso leerme) que es mi pequeño homenaje a aquella gran dama de la Peloristocracia,Doña Carmita, que tanto hizo por mi carrera, mirando con sus ojos candorosos e inocentes la turbia incandescencia de mi inquieta y rasurada juventud....

    El que le apesten a usted los sobacos por no depilarse con esa moda tan europea de parecer una sufragista, no impide, señora que me ponga a sus pies....


    Bezos.

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  2. Y por cierto..., ese tan guapo del jersei a rayas no será su amadisimo nieto...? qué hermosura, sabe usted si él se depila o qué? jajaj


    Bezos.

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